sábado, 19 de febrero de 2011

la procesionaria, un gusano letal...







Bueno, hoy aparte de una fotografía aporto una información altamente útil para todos los dueños de perros.
Hace aproximadamente una semana, el perro de una conocida ha sufrido el "ataque" de este gusano, actualmente esta siendo tratada y a la espera de que remitan las brutales consecuencias sufridas por el simple hecho de olisquear y en principio jugar con un nido de este gusano que se había caído de un pino, esperemos que todo se arregle y el animal consiga reponerse de este mal trago...

  La procesionaria, vulgarmente llamada así por su forma de trasladarse en hilera o procesión, corresponde a la especie Thaumatopea pityocampa (hay más, pero ésta es la más frecuente en España). Además de los pinos, habita también en ceros y abetos. La procesionaria del pino es considerada, después de los incendios forestales, como la plaga más destructiva conocida para este árbol.
Cuando empieza el buen tiempo (Tª >10ºC, habitualmente de febrero a abril), las orugas descienden al suelo desde sus nidos, en características filas indias. Estas orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que, cuando descienden a tierra, pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta, así como intensas reacciones alérgicas. Por ello pueden causar patología en animales o personas que no han estado en contacto directo con la oruga.
CONTAGIO:
El contagio sobre el perro suele ser directo, al llamarle la atención la hilera en movimiento y chupar o tocar la oruga. Cuando la oruga es molestada, desprende esos pelos urticantes.
El pelo urticante de la oruga se clava primero en la piel (normalmente en la lengua, si la chupan), actuando como un arpón que contiene una ampolla de tóxico (taumatopeína), que provoca la liberación de histamina o acetilcolina por parte del animal, y consecuentemente la reacción alérgica.
SINTOMAS:
Si existe una intoxicación por procesionaria se observará alguno/s de los siguientes trastornos:
  • Hipersalivación (babeo).
  • Prurito facial (el perro se rasca la cara). La cara puede inflamarse.
  • Lengua inflamada (en ocasiones ni siquiera pueden mantenerla dentro de la boca).
  • Vómitos.
  • La lengua, a medida que transcurren los días, puede necrosarse y desprenderse parcialmente.